Uno de los candidatos a la presidencia del Comité Olímpico Internacional, Sebastian Coe, actual presidente de World Athletics, ha manifestado públicamente que en caso de ser elegido estudiará la prohibición total de la participación de las mujeres trans en los Juegos Olímpicos con el fin de “proteger la categoría femenina”. Además, ha señalado que “si se crea un vacío en torno a esto, se terminan produciendo algunas de las cosas que presenciamos en París”. Este argumento no extraño, pues sigue la estela de las decisiones tomadas en el organismo que preside actualmente.
En declaraciones a Sky News, Coe ha explicado que "tendría una política muy clara que no tendría ambigüedades, sería inequívoca, pero que sería co-organizada con todas esas partes interesadas, de modo que sea relevante para atletas, científicos deportivos, comités olímpicos nacionales y las federaciones internacionales".
Además de esto, cuando se le pregunta si esto significa que no habrá mujeres trans en categoría femenina el alto cargo responde que “probablemente· y que “es una política que muchas federaciones internacionales han adoptado, incluida la natación”.
Por otra parte, otro de los candidatos, el español Juan Antonio Samaranch, actual vicepresidente del COI, argumenta que "el COI tiene el deber fundamental de salvaguardar el deporte femenino adoptando una política que mantenga distinciones inequívocas entre las categorías masculina y femenina".
También el candidato británico, Johan Eliash presidente de la Federación Internacional de Esquí, pidió que el COI tome la iniciativa en cuestiones de género y elegibilidad con un enfoque uniforme en todos los deportes. En su manifiesto, Eliash señaló que “no será fácil, por razones obvias, pero debemos recordar que lo que está en juego es la integridad e incluso la viabilidad del deporte femenino. Lo primordial no es la opinión pública ni las tendencias predominantes, sino la integridad y la seguridad del deporte femenino".
David Lappartient, presidente de la UCI, compartió una postura menos agresiva. “"Se trata de una cuestión compleja que debe abordarse racionalmente para lograr el equilibrio adecuado entre la necesidad de respetar los derechos humanos y la obligación de garantizar una competencia leal. No podemos ignorar lo que dicen las atletas femeninas, pero nuestras decisiones también deben basarse en evidencia científica sólida.El COI debe orientar a las Federaciones Internacionales hacia decisiones basadas en principios comunes y evitar una situación en la que cada Federación Internacional adopte una postura diferente en escenarios equivalentes, lo que podría perjudicar la unidad del Movimiento Olímpico".
Con respecto a la evidencia científica, hace unos meses un estudio financiado por el COI, publicado en la prestigiosa revista British Journal of Sport Medicine (Cuartil 1 en el ranking de revistas Scimago SJR), señaló que las prohibiciones preventivas y las exclusiones en la elegibilidad de las atletas trans no están basadas en investigaciones deportivas específicas.
La investigación, primera en medir el rendimiento de atletas trans en laboratorio, proporcionó un punto de partida para comprender la compleja relación entre la fisiología, los tratamientos hormonales y el rendimiento deportivo.
El proyecto 'La Liga Arcoíris', financiado por la Viceconsejería de Igualdad y Diversidad del Gobierno de Canarias, busca generar espacios deportivos seguros y respetuosos con la diversidad sexual y de género.